Si tú
eres así… y así eres feliz… ¿por qué complicarme..?
La
mayor lucha del ser humano es querer cambiar a los demás; hacerlos a nuestra
imagen y semejanza; la eterna lucha…los cónyuges entre ellos, los padres con
los hijos, el patrón con los empleados…en fin, siempre hay gente a quien
cambiar…
Todos
tenemos virtudes en mayor o menor grado; pero todos tenemos imperfecciones,
defectos, errores, fracasos… nadie es perfecto.
Y
lo peor: las imperfecciones se maximizan conforme llega la vejez y las virtudes
pierden su destello en esta etapa.
¿PUEDES
TÚ CAMBIAR A ALGUIEN?
Quizá
aprendí algo tarde que yo no puedo cambiar a nadie; que solamente puedo hacer
cambios en mí, en la medida que yo quiera y en la
medida que yo trabaje en ello; nadie más puede cambiarme…
TÚ
DECIDES A QUIEN ABRES LAS PUERTAS DE TU VIDA
Para
no malgastarte en esta lucha, elige bien con quien vivir, con quien convivir y con
quien relacionarte; tú eres el único que decides quienes entran a tu grupo
afectivo, íntimo, amigable, de negocios, etc.
Nadie
puede obligarte a relacionarte con nadie. Tú y sólo tú, decides a quien abres
las puertas de tu vida… o a quién se las cierras.
ENTENDIENDO
BIEN LAS RELACIONES HUMANAS
Las
relaciones humanas, bien entendido, es ecuanimidad y diplomacia con quienes tenemos que relacionarnos; pero más
paciencia y tolerancia y consideración para con quienes
debemos relacionarnos.
DISFRUTA
MÁS A LAS PERSONAS QUE PERMITES JUNTO A TI
Las
vidas que hemos permitido en nuestras vidas, es porque están aportándonos algo
bueno: amor, bienestar, alegría, seguridad, inspiración… A los que dañan la vida, es mejor mantenerlos
lejos.
Así,
que, disfruta mejor a las personas que accesas a tu vida; enfatiza todas sus
virtudes, todo lo bueno, todo lo positivo…ámalas, disfrútalas… no te compliques
con ellas..!
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